Como les comentara en mi escrito previo, en el firmamento ahora se manifiestan importantes dualidades. Esto, debido a “clusters”” de planetas, principalmente en Capricornio y Acuario, que generan sucesos muy positivos, y también, sucesos muy adversos.
Los arquetipos astrológicos, también conocidos como los signos zodiacales, tienen una dualidad inherente. Entonces, todos los signos tienen su lado positivo, y su lado negativo. Géminis, por ejemplo, puede ser un alegre monito, o un iracundo orangután. Libra es balanceado en su manifestación positiva, e indeciso en su manifestación adversa. Igualmente, para todos los signos.
Se avecinan unos sucesos importantes de Acuario y les quiero comentar con relación a esta energía. Acuario es el eterno adolescente. Es rebelde con la autoridad, piensa que lo sabe todo, busca, y cree, en las utopías, y piensa que cuando ellos “crezcan” todo será mejor porque (solo) ellos entienden lo que es necesario para “arreglar” las cosas. Los rige el elemento aire, así que los domina la mente, no la emoción. Mucha gente se refiere a la Era de Acuario (en la que creo estamos ya hace un tiempo) como una época utópica. Esto, no necesariamente porque esta forma de ser y pensar sea mejor que ninguna otra, si no, porque a Acuario se le asocia con el pensamiento utópico.
A Capricornio ya lo conocemos bastante bien ya que esta energía ha imperado este año, y seguirá siendo importante en el 2021. Capricornio es una cabra a la que le gusta escalar las más empinadas cumbres, no importando cuan arriesgado sea. Entienden, mejor que nadie, que para llegar al pico de la montaña hay que pasar trabajo, ser estratégico, y medir bien los riesgos (¿les recuerda el 2020?).
Cuando esta adverso, como ha estado con el transito de Júpiter en Capricornio, todo nos parece demasiado difícil de lograr, robándonos de la alegría, ya que Capricornio es muy, muy, serio. Este es el transito que nos ha hecho sentir tristes este año y que, por suerte, acaba en unos días, cuando Júpiter se mueve a Acuario. Saturno, que ha estado en Capricornio por largo tiempo, nos ha ayudado a aprender importantes lecciones, aunque de forma muy seria, típico del arquetipo capricorniano. Ahora, también se mueve a Acuario.
El tránsito de Júpiter a Acuario es positivo, no necesariamente porque el planeta este domiciliado en esa constelación, si no porque en Capricornio, Júpiter era adverso, haciéndonos perder el sentido de expansión, abundancia, y felicidad, que lo caracteriza.
Así que, en el solsticio de invierno, ambos Júpiter y Saturno, se mueven a Acuario, en conjunción partil. Este es un signo importante que nos envía el firmamento y que debemos escuchar para poder navegar los tiempos. Estos planetas tendrán sucesos positivos asociados a ellos, como también aspectos adversos que luego les describiré.
¡Feliz jueves!
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